Fuente: La Revolución
de la Riqueza
Nuestro
Invitado: Alvin y Heide Toffler.
El siguiente documento
presenta un resumen del libro "La Revolución de la Riqueza" de Alvin
y Heide Toffler.
Desde la publicación de
los grandes éxitos internacionales La tercera ola y El shock del futuro, Alvin
y Heidi Toffler se erigieron como referentes fundamentales a la hora de
reflexionar sobre el futuro y acertar con las claves que rigen el desarrollo de
la sociedad por su agudeza, imaginación y capacidad de análisis. Lúcidos pero
optimistas, porque predicar pesimismo es uno de los modos más fáciles de
disfrazarse de sabio, con La revolución de la riqueza han logrado un libro de
actualidad y análisis que nos invita a reflexionar sobre el mundo que nos rodea
y los cambios que se avecinan.
Esta obra, fruto de
años de trabajo, habla del futuro de la riqueza visible e invisible, una forma
revolucionaria de riqueza que redefinirá nuestras vidas, nuestras empresas y el
mundo, que se nos echa encima a toda prisa. Para explicar lo que esto
significa, analizaremos de mano de los Toffler desde la vida familiar y los
empleos hasta las urgencias del tiempo y la creciente complejidad de la vida
cotidiana, y nos enfrentaremos a las nuevas profesiones, los oficios obsoletos,
los mercados y el dinero. El resultado arroja una luz sorprendente sobre la
colisión entre el cambio y la continuidad en el mundo y en nuestro propio
interior.
La revolución actual de
la riqueza abrirá incontables oportunidades y nuevas trayectorias de vida no
solo para los empresarios tradicionales, sino también para los empresarios
sociales, culturales y de la educación. Creará nuevas oportunidades para atacar
la pobreza tanto en el interior de cada país como a escala mundial. Pero esta
invitación a un futuro brillante irá acompañada de una advertencia: no es que
los riesgos se estén multiplicando, sino que ya dan vértigo debido a su
velocidad.
Periodista, profesor e
investigador de talla mundial, Alvin Toffler (Nueva York, 1928) estudió letras
en la Universidad de Nueva York donde se doctoró en letras, leyes y ciencias y
conoció a su mujer, Heidi (Nueva York, 1929), incansable compañera intelectual.
Como estudiantes radicales, decidieron renunciar a la vida académica y pasaron
cinco años trabajando en distintas fábricas del medio oeste estadounidense. Las
lecciones que allí aprendieron fueron fundamentales para su futura carrera como
estudiosos de las tecnologías y los nuevos medios y sus efectos sociales. Desde
la publicación de El shock del futuro (Plaza & Janés, Barcelona, 1971), sus
obras han revolucionado cómo pensamos la sociedad contemporánea y sus cambios.
Han recibido el reconocimiento académico de numerosas universidades e
instituciones, como la New School for Social Research de Nueva York, el
International Institute for Strategic Studies y la American Association for the
Advancement of Science, además de varios doctorados honoris causa, y el
nombramiento de Alvin como oficial de la Orden de las Artes y Letras de
Francia. En lengua española se han publicado, además, La tercera ola (Plaza
& Janés, Barcelona, 1983) y El cambio del poder (Plaza & Janés,
Barcelona, 1990). En 1996 fundaron Toffler Associates, una consultora
internacional que trabaja con líderes políticos, países, empresas y ONG del
mundo entero.
La revolución de la
riqueza es un texto largo y denso del que es difícil afirmar si es más
interesante su análisis del pasado o su predicción del futuro. Tanto lo uno
como lo otro prenden al lector a páginas implacables que sin duda han de
molestar a derecha e izquierda, a ricos y pobres, a creyentes y agnósticos. En
todo caso es un libro encadenado a la obra anterior de los Toffler que, como se
recordará, saltaron a la fama mundial en 1970 cuando publicaron El shock del
futuro (1971), el primer libro de una trilogía que se completó con La tercera
ola (1980) y El cambio de poder (1990). En 1993 publicaron War and Anti-War,
traducido un año después al español como Las guerras del futuro, obra en la que
anticipan el papel de la comunicación en guerras tan características del siglo
XXI como las de Afganistán, Iraq o la última de Líbano.
Los cincuenta capítulos
que articulan esta obra comienzan por señalar que la revolución de la riqueza
no es otra cosa que una fuente de oportunidades para mejorar las condiciones de
vida de los habitantes de la Tierra. "La riqueza tiene futuro",
afirman los Toffler, a condición, eso sí, de conocer su génesis y sus
fundamentos. El dinero y el bienestar se han producido según los autores a lo
largo de tres grandes periodos de cambio.
El punto principal es
la riqueza; que no necesariamente significa dinero, sino el bienestar de las
personas. La riqueza ha ido evolucionando constantemente y ahora se encuentra
en una nueva variación. Los autores del texto intentan expandir la visión del
lector a través de sucesos reales que están ocurriendo alrededor del mundo.
Existieron algunas
“olas” que cambiaron a la humanidad, que podemos describir a continuación:
La Primera Ola llegó
con la invención, de la agricultura. La tribu nómada aprendió a cultivar y
aparecieron sobre la Tierra los primeros granjeros. Nace entonces el concepto
de trabajo y se inicia un lento aumento de la población dedicada al trabajo
manual en un medio rural.
La segunda y gigantesca
oleada es la consecuencia de la transformación de las sociedades agrarias en
comunidades urbanas e industriales. Dicho cambio aparece según los Toffler
hacia 1650. El surgimiento de la Revolución Industrial trae a la historia la
estandarización, la especialización, el centralismo y la producción a una
escala cuanto mayor mejor con esfuerzo físico y contaminación al mundo. En
opinión de los autores, si todos esos ingredientes se ponen sobre la mesa lo
que se consigue es burocracia. Hace ya más de trescientos años la revolución
científico técnica no sólo cambia la forma de producir bienes, dinero, sino
también la organización del mundo y, como se señala en estas páginas, la
producción manual es desplazada por la producción en serie. En esta Segunda Ola
se expande una cultura en la que la figura del productor queda separada de la
del consumidor. Es la ola de la sincronía.
Después llegó la
tercera ola, conocida como el Conocimiento; este último todavía no ha mostrado
todo su potencial. Esta ola promete mejorar la calidad de vida de las personas,
enfocarse en la personalización de servicios y seguir incrementándose día a
día, sin tener que preocuparse de que se agoté. Al ser intangible, en cuanto
mayor sea su uso más rica se vuelve.
La Tercera Ola comienza
según los Toffler a finales de los años 50 del siglo XX con el comienzo de la
carrera espacial. Su consecuencia es un cambio que trae una sociedad
postindustrial en la que las grandes, inmensas compañías, perciben que la
Sociedad de la Información está transformando sus potenciales clientes y que no
sólo se está hablando de nuevas tecnologías, hay algo más. De lo que se trata
es del paso de la industria al conocimiento. Al medio de este volumen los
autores desgranan las características, y las consecuencias, del conocimiento en
los albores del siglo XXI.
El autor hace énfasis
en los cambios de los fundamentos profundos, que son: Tiempo, Espacio y
Conocimiento.
Al hablar del tiempo,
se puede evidenciar que existen muchos choques de velocidades, esto genera que
no todos estemos sincronizados. Existen líderes y rezagados, un aspecto
preocupante es el tiempo de ejecución de empresas privadas contra instituciones
públicas; cada vez la brecha es mayor y esto puede producir un quebrantamiento
en el sistema de seguir así.
El hecho de mejorar la
sincronización entre personas, empresas, acciones; va a permitir una
aceleración mayor aún a la existente y consecuentemente mayor productividad.
Entidades
Públicas
|
Al pensar sobre el
espacio, se puede pensar en el Internet como la herramienta principal que ha
permitido a las personas romper cualquier frontera. Este ha sido una ventaja y
desventaja para otros; ya que al estar en una era de conocimiento, se puede
utilizar la fuerza laboral a nivel mundial que resulte más conveniente para el
empresario.
Los países también han
crecido, las personas no buscan solamente ciudades grandes para vivir ahora, sino
lugares donde ellos puedan tener mejores niveles de vida, su trabajo puede ser
hecho desde su casa y atender a clientes que estén muy distantes. A pesar de la
existencia del Internet las personas todavía siguen transportándose a través de
miles de kilómetros con distintos fines.
Otros países se han
dedicado a exportar en su mayoría bienes al mundo; pero a la vez han descuidado
a su mercado local y recursos naturales. De seguir así se podría producir
situaciones difíciles para toda la humanidad, el autor hace referencia a
escenarios Mad Max.
Tecnología que una vez
fue desarrollado para Nasa ahora puede ser utilizada para cuidados médicos;
combinaciones de productos existentes puede crear riquezas mayores.
El conocimiento es una
ventaja que hace algunos años no era muy apreciada; el hecho de ser intangible
hacía difícil su medición. Ahora el mundo se ha dado cuenta de lo importante
que es el conocimiento y se está haciendo mayores esfuerzos en mejorarla.
Algunos países han destinado mayores presupuestos a Investigación y Desarrollo;
a fin de crear mejores procesos, productos, etc. Aquellos que se dedican a la
producción masiva siempre necesitaran un diseño original que venga del
conocimiento primero.
Un factor interesante
es que a pesar de estar constantemente expuestos a información; mucho de lo que
sabemos hoy es realmente conocimiento obsoleto.
A fin de tener filtros
de información, generalmente buscamos un fundamento que valide los datos; estos
pueden ser: consenso, consistencia, autoridad, revelación, durabilidad y
ciencia. Claro está que muchas veces las personas también son manipuladas con
estos filtros.
Uno de los efectos más
característicos de la sociedad del conocimiento es la aparición del prosumo.
Éste no es sino "una enorme economía oculta, en la que se produce una gran
cantidad de economía no detectada, no calculada y no remunerada. Es la economía
prosumidora no monetaria". El término prosumidor lo crearon los Toffler en
La tercera ola para designar a todo aquel que crea recursos, bienes de todo
tipo, servicios o experiencias para su propio disfrute o para ayudar a los
demás. Quien hayan creado y utilizado un bien por si mismo saben bien lo que es
un prosumidor, en todas aquellas ocasiones que se ha ocupado arreglar un
problema por sí mismo. Un prosumidor, con gran frecuencia crea riqueza y en el
futuro está destinado a ser un elemento crucial en la sociedad propiciada por
la revolución de la riqueza.
La economía no toma en
cuenta en sus estimaciones de PIB mucho del trabajo que se realiza a modo
“prosumo”; es decir que la misma persona es productora y consumidora a la vez.
El “prosumismo” viene de la necesidad de las personas de innovar, muchos de los
productos finales pueden ser comercializados después. Al existir mayores
niveles de conocimiento los usuarios finales son más listos y creativos.
Es común encontrar en
el mercado muchos productos “Hágalo usted mismo”; estos estimulan a los
prosumidores. Desde el campo de la salud hasta hobbies. Al ser un prosumidor
generalmente no estamos siendo remunerados por dicho trabajo; estos son
“almuerzos gratuitos” que tiene la sociedad. Inclusive se dice en el texto que
hacemos el trabajo de las escuelas al educar a nuestros hijos en el hogar.
Todos estos cambios
constantes están afectando a la humanidad, se puede notar una pérdida de
valores y orientación. Las personas están buscando donde refugiarse y
aceptación de la sociedad tomando en cuenta sus diferentes puntos de vista y
diversidad.
Hay otras personas que
están “soñando” con su retiro y no están muy consientes de que las
instituciones que las financian están cerca de una implosión.
Inclusive se puede
notar una falta de sincronización en instituciones tan críticas como el FBI;
que muchas veces manejadas por personas cerradas ante el cambio, producen
tragedias irremediables.
Un pensamiento
diferente es preguntarse si el Capitalismo tendrá futuro o no. El capitalismo
necesita la oferta y la demanda; conjuntamente con el juego de precios que
viene implicado por ellos debido a la escasez. Pero en una sociedad de
conocimiento, la sabiduría es infinita, no se termina y no es escaza.
También el autor hace
referencia a un “Impuesto Oculto” que todos pagamos por el uso del dinero. Se
dice que la moneda y papel irán desapareciendo paulatinamente. Y que el trueque
o canje se está utilizando todavía.
Los niveles de pobreza
actuales comparados con los existentes hace siglos es menor; sociedades pobres
han ido desarrollándose día a día como es el caso de India y China, los cuales
tienen una visión futurista.
India está dedicada a
la tecnología en todo sector, inclusive se habla de semillas transgénicas, que
podrán ser cultivadas en distintas zonas y ser resistentes al clima. Estas
semillas inclusive pueden tener vacunas para enfermedades dentro de ellas; todo
en fin de mejorar los niveles de vida de las personas.
En China y Japón se
está dando un montaje o choque de olas, esto produce miedo a las personas de la
primera y segunda ola; porque ven que su trabajo cada vez es menos remunerado y
más automatizado. Estos choques llevan a conflictos mayores.
Europa avanza muy
lentamente, el autor dice que las instituciones europeas son demasiadas
socialistas y burócratas; esto no permitirá su pleno desarrollo.
Mientras que en Estados
Unidos su sistema educativo escolar y colegial, no es el apropiado para
generaciones de conocimiento; sino que aún están preparando personas para la
era industrial, sin estimular su innovación. Pero que si existen empresas que
están haciendo esfuerzos y experimentando con el conocimiento.
La decadencia de las
sociedades industriales es imparable en Occidente, tal como argumentan los
Toffler en la última parte de este volumen. El nuevo sistema de riqueza
emergente no se puede entender en el marco de la economía convencional. El
conocimiento es la nueva clave del desarrollo personal y social y dicha clave
implica un nuevo concepto del espacio y del tiempo. El prosumidor tendrá,
gracias a los avances científicos, nuevas herramientas a su disposición y eso
aumentará su productividad. Por otro lado, los combustibles fósiles quedarán
substituidos por nuevas energías.
Se cierra este volumen
con una apuesta por la desaparición de la sociedad de masas. En el mundo de la
sociedad opulenta que dibujan los Toffler las economías de conocimiento
intensivo permitirían transformar a los trabajadores en creativos de clase
media capaces de desarrollar sus iniciativas y perfilar sus actividades
preferidas.
Se debe tomar en cuenta
como la religión está incrementando, debiéndose posiblemente a como se sienten
las personas en ambientes que están perdiendo sus valores.
Todos estos cambios han
sucedido en años recientes, es muy posible que en el futuro las personas se
vuelvan más prosumidores y se crean nuevas esperanzas para mejorar la riqueza
humana.
Es evidente que La
revolución de la riqueza es un magnífico ejercicio de análisis histórico y de
la sociedad actual. Documentado y brillante, evidencia una capacidad de
observación excepcional.
Comentarios
Este libro tiene varios
puntos de vista interesantes, se considera hechos pasados y posibles escenarios
futuros que tendrá la humanidad.
Fue útil esta lectura
ya que permite expandir los horizontes del pensamiento y a la vez identificar y
tomar acciones que podrán convertirse en ventajas competitivas en nuevos
mercados.
Se puede entender que
el futuro de la humanidad está muy relacionado con los fundamentos profundos
(tiempo, espacio, conocimiento). Además de la tendencia al prosumismo,
servicios cada vez más personalizados y flexibles. La riqueza se creará al
combinar ideas que aparentemente no serían apropiadas.
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