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miércoles, 24 de diciembre de 2008

Feliz Navidad: Jesús, el dulce, viene...

¡Señor del cielo, nace esta vez en mi alma! 

Jesús, el dulce, viene... Juan Ramón Jiménez 

Jesús, el dulce, viene...

Las noches huelen a romero...

¡Oh, qué pureza tiene

la luna en el sendero!

Palacios, catedrales,

tienden la luz de sus cristales

insomnes en la sombra dura y fría...

Mas la celeste melodía

suena fuera...

Celeste primavera

que la nieve, al pasar, blanda, deshace,

y deja atrás eterna calma... 

¡Señor del cielo, nace

esta vez en mi alma! 

Nochebuena - Amado Nervo 

Pastores y pastoras,

abierto está el edén.

¿No oís voces sonoras?

Jesús nació en Belén. 

La luz del cielo baja,

el Cristo nació ya,

y en un nido de paja

cual pajarillo está. 

El niño está friolento.

¡Oh noble buey,

arropa con tu aliento

al Niño Rey! 

Los cantos y los vuelos

invaden la extensión,

y están de fiesta cielos

y tierra... y corazón. 

Resuenan voces puras

que cantan en tropel:

Hosanna en las alturas

al Justo de Israel! 

¡Pastores, en bandada

venid, venid,

a ver la anunciada

Flor de David!... 

María Madre - Gloria Fuertes 

La Virgen,

sonríe muy bella.

¡Ya brotó el Rosal,

que bajó a la tierra

para perfumar! 

La Virgen María

canta nanas ya.

Y canta a una estrella

que supo bajar

a Belén volando

como un pastor más. 

Tres Reyes llegaron;

cesa de nevar.

¡La luna le ha visto,

cesa de llorar!

Su llanto de nieve

cuajó en el pinar. 

Mil ángeles cantan

canción de cristal

que un Clavel nació

de un suave Rosal. 

¿Quien ha entrado en el portal de Belén? - Gerardo Diego 

¿Quién ha entrado en el portal,

en el portal de Belén?

¿Quién ha entrado por la puerta?

¿quién ha entrado, quién?. 

La noche, el frío, la escarcha

y la espada de una estrella.

Un varón -vara florida-

y una doncella. 

¿Quién ha entrado en el portal

por el techo abierto y roto?

¿Quién ha entrado que así suena

celeste alboroto? 

Una escala de oro y música,

sostenidos y bemoles

y ángeles con panderetas

dorremifasoles. 

¿Quién ha entrado en el portal,

en el portal de Belén,

no por la puerta y el techo

ni el aire del aire, quién?. 

Flor sobre impacto capullo,

rocío sobre la flor.

Nadie sabe cómo vino

mi Niño, mi amor. 

A la Virgen de Navidad - Pedro María Casaldáliga 

La olvidada campana de la estrella

toca la hora del Amor, y el viento

dispersa en las tinieblas el lamento

de los cautivos y la Paz lo sella. 

Porque eres Madre, siendo aún Doncella,

y el río de tu leche es ya sustento;

porque duerme el Señor bajo tu aliento,

heno de tu campiña en la gamella: 

En la Noche del Tiempo renacido,

incapaz de decir tu dulce nombre

la Palabra del Padre hecha vagido; 

capullo de las fajas y del sueño,

tembloroso y mortal capullo de hombre

¡nuestro hermano mayor y el más pequeño! 

De cómo vino al mundo la oración - Luís Rosales 

De lirio en oración, de espuma herida

por ella paso del alba silenciosa,

de carne sin pecado en la gozosa

contemplación del Niño sorprendida; 

de nieve que detiene su caída

sobre la paja que al Señor desposa,

de sangre en asunción junto a la rosa

del virginal regazo desprendida; 

de mirar levantado hacía la altura

como una fuente con el agua helada

donde el gozo encontró recogimiento; 

de manos que juntaron su hermosura

para calmar, en la extensión nevada,

su angustia al hombre y su abandono al viento. 

Romance del Nacimiento - San Juan de la Cruz 

Ya que era llegado el tiempo

en que de nacer había,

así como desposado

de su tálamo salía, 

abrazado con su esposa,

que en sus brazos la traía,

al cual la graciosa Madre

en su pesebre ponía, 

entre unos animales

que a la sazón allí había,

los hombres decían cantares,

los ángeles melodía, 

festejando el desposorio

que entre tales dos había,

pero Dios en el pesebre

allí lloraba y gemía, 

que eran joyas que la esposa

al desposorio traía,

y la Madre estaba en pasmo

de que tal trueque veía: 

el llanto del hombre en Dios,

y en el hombre la alegría,

lo cual del uno y del otro

tan ajeno ser solía.

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