Un escenario tan exultante y próvido como es la sierra de Ancash, no podía ser menos que la cuna de una gran cultura. El embeleso que produce la admiración de sus maravillas suscita el ejercicio de la mente y, es fuente emotiva de riquísimos matices.
Pude apreciar este escenario y captar las marabillas de sus encantos, cuando fui becado al "Proyecto Chavin", como arqueólogo de campo, juntamente con los investigadores Luis Gullermo Lumbreras, Hernán Amat Olasabal, Hugo Ludeña Restaure, Maria Luisa Comini, Banderhunder y Marcela Rios. Trabajamos por varios años en este proyecto de reconstrucción y cateo, donde encontramos muchas galerias aún no descubiertas hasta aquellas épocas, (1970-75). Más adelqante fui nombrado Director del "Archivo Tello" que funsionara en la Casona de San Marcos del Parque Universitario. Empecé a publicar el "Catálogo del Archivo" y me enteré de que el gran Sabio Julio C. Tello, como padre de la Arqueologia Peruanam fue el primero en llamar a Chavin, "Cultura Matris de la Civilización Andina".
Los aluviones y ventisqueros, los animales salvajes, las hordas guerreras y la insalubridad de las tierras cálidas obligaron al hombre a morar en las cumbres. Alguna que otra campiña ofreció su riqueza y el contrafuerte andino para su seguridad.
Y surgió Chavín. Por encima, del nevado de Cahuish ofrecía su pedestal a los cóndores y al pie de las vegas de San Marcos y Pomachaca rondaba el jaguar. Y mito y divinidad se dieron cita en un templo que desafía
A lo largo de toda la cordillera las lagunas señorean y dieron a surgir a una y otra estribación a pobladores afines, Chiquián y Aija al pie de Conococha, Chavín y Recuay a uno y otro lado de Querococha, Huaraz al pie de las lagunas de Tullpa-raju, Mancaruri, Cojup, Colotacocha y Taurapampa; Caraz y Chacas a uno y otro lado de Aquia-cocha; Yungay y Yanama a uno y otro lado de Llanganuco; Caraz y Pomabamba a uno y otro lado de Parón y Yuracocha; Corongo al pie de la laguna de Acuán; Tauca y Llapo al pie de las lagunas de Tuctubamba y Vicos; Cabana,Bolognesi, Huandoval y Pallasca al pie de las ocho lagunas de Pusacocha. A los pobladores vecinos de estas lagunas se les llamó “Cocha-runacunas” o “Cochacunas”, con arreglo a la semántica del lenguaje y a la naturaleza que designa o nombra según la filogenia del idioma. Los españoles foráneos a la fonética quechua los llamaron “Conchucos”y con este nombre se ha dado a conocer la nación pre-incaica que tuvo por capital Chavín.
Todas estas poblaciones se establecieron a una altura superior a los 3 mil metros, desde allí incursionaban a las partes templadas donde el maíz y la papa se dan ubérrimos. A` esta zona intermedia entre la puna y las tierras cálidas o yungas se les llamó “quichua”, vocablo que ahora mismo sirve para denominar en Ancash a las zonas templadas. En estas regiones la agricultura por rezones de medio y ambiente se desenvolvió a tal grado que no hubo palmo de terreno donde no llegara la industria del hombre y cuando faltó se hicieron andenerías o “patas” para sostener la tierra en los repechos y contrafuertes andinos. Para su comprobación bastan las andenerías de Uruchán y Cobamires en la provincial de Corongo, que suben a las cumbres de Guashgo en una extensión de más de15 kilómetros.
Este proceso de aclimatación del hombre y tecnificación de la industria generó un sentimiento religioso por la tierra generosa y un amor entrañable que culminó con su apego, a tal grado que estas tierras labradas pasaban al “ayllu”, es decir a la familia, mientras que las de la puna conservaban el carácter comunitario. Así surgió el Ayllu.
El método de cultivo de las tierras “quechuas” se extendió y sirvió el vocablo para denominar a la región, a su cultura, civilización e idioma. Decimos que el idioma Quechua es de los Conchucos porque la lengua hablada por esta nación fue homogénea en su territorio. De otro lado desde la invasión de Pachacutec hasta la llegada de los españoles no transcurrieron más de 70 años y en tan poco tiempo habría sido imposible establecer un idioma uniforme y borrar hasta las huellas del primitivo. En cambio la influencia de los Conchucos perduró muchos siglos y, su cultura se remonta a X-IV A.C. anterior a la llegadas de Pachacutec.
La primera nación quechua que se organiza se denominó “Conchucos”, con su capital; Chavín. El territorio ocupado por esta nación se extendió desde la quebrada de Rapayán, en la provincia de Huari, hasta la quebrada de Uchupampa, en la provincial de Pallasca (Santiago Márquez). Dentro de esta extensión se desenvolvió y culminó una civilización que alcanzó en el orden religioso espiritualizar la idea de Dios tras haber adorado a las fuerzas de la naturaleza representados por la serpiente el jaguar y el cóndor (falcónidas). En el orden agrícola la producción de calendarios agrícolas. En el orden social, creó el ayllu, célula familiar, sobre que reposa la organización del Estado. Y cuando la conquista, el ayllu había evolucionado a semejanza de la Europa feudal, creando una armonía social hacienda posible su convivencia democrática.
Surge asi una cultura autóctona. Los vestigios de esta civilización son un testimonio elocuente del grado de perfeccionamiento a que llegó. Chavin, Pumavcayán,Coronguimarca, Pasash, Yayno y Tumpa, son los monumentos representativos de aquella cultura.
En una superficie de 30 mil metros cuadrados y a una altura de 3,0180, las construcciones se repliegan en plataformas hacia el cerro. El templo se halla asentado en la Segunda plataforma y consta de tres pisos. El material utilizado es la piedra labrada en forma rectangular; los frisos y las cornisas estaban guarnecidos de piedras grabadas, con motivos estilizados de serpientes, jaguares, falcónidas y grandes cabezas líticas clavadas en la pared, representados por personajes gigantescos con cabellera y arrugas en la cara, caracterizados por serpientes. En el interior una profusión de salas y galerías Cruzan el edificio y en un extremo el santuario tiene suspendido en su bóvedas el “Lanzón”, señor del templo. Las paredes interiores del santuario, supuestamente estaban revestidas por láminas de plata o tapizados por paños o lienzos finísimos.
Todo el edificio es de piedra pulida. Tanto las escalinatas interiores como la escala de la fachada principal son perfectas. Nivel, peso, resistencia, detalle, distribución y armonía están previstos y ofrecen el conjunto de una obra arquitectónica maestra. Una red de canales de irrigación y ventilación asegura la salubridad de la ciudadela.
El edificio ha sufrido la acción del tiempo, el impacto de varios aluviones, la ira de los extirpadores de idolatrías, la codicia de los huaqueros y de los hurtadores de piedras y no obstante esta casi intacto.
Los motivos ornamentales son estilizaciones de falcónidas, del jaguar y de
El resto del cuerpo guarda simetría con la cabeza, lleva una falcónida que remata con labores dentadas sobre el que un festón con motivos estilizados de bocas de felinos le da relieve; los dedos de las manos y de los pies, terminan en garras de falcónidas. Por la espalda multitud de relieves en forma de arabescos y por los costados de las piernas cuelgan dragones en formas de serpientes. Tan raro y terrorífico dios está intacto, en el mismo lugar en que lo colocó el pueblo que lo veneraba. El santuario ubicado en un extremo del templo es una capilla en forma de cruz, en cuyo centro esta de pie el ídolo.
Joya de arte imponderable es el Obelisco de Chavín, que se halla en el museo de la Magdalena de Lima. El dios jaguar es representado en un simbolismo más idealizado. El jaguar va ocultando su fiereza en un copioso y pródigo juego y derroche de filigranas. Los colmillos del felino, las cabezas de las serpientes y las garras de las falcónidas se insinúan como motivos decorativos y no como signos terroríficos. Entra en la composición el elemento vegetal. La estela del rayo vibra por entre los motivos figurativos. El obelisco termina en cabezas estilizadas de felino y falcónida. . Hay en él un empeño de abstracción y una ansiedad espiritual claramente manifiestas.
Las representaciones del supuestamente “cóndor” ocupan lugar preferente en el arte Chavín. La imaginación del artista es pródiga en la composición de motivos decorativos con las características morfológicas de éste vultúridos. La fantasía lo elevó a regiones míticas en donde el ave es el rey del universo. El cóndor desgarra a la serpiente y ahuyenta al jaguar o felino. Es el dios tutelar del hombre. Epopeya y religión son los principales elementos espirituales que el artista de Chavín aprovecha en sus creaciones.
Son muchas las representaciones de falcónidas, pero para los fines de nuestra labor bastará que nos ocupemos de las más representativas.
Hay estelas de 3, 4 y 8 falcónidas. Las unas de frente y las otras de lado con las alas y la cola desplegadas. Por sobre las alas cabezas de jaguar completan
El jaguar y la serpiente medran tanto en los valles y en las punas de la sierra por lo que su presencia en el arte lítico y cerámico Chavín, no tenia que ser precisamente de
Los enormes bloques como tajados a cuchillo ofrecen superficies pulidas y aristas simétricas, se superponen y entraban con precisión, y las líneas parecen fusionarse en
Lo que ocurre en la piedras sucede en la arcilla y el metal. La cerámica representó los mismos motivos simbólicos en todos sus estilos, como el Huacheksa, Gregoriano, Floral,Fotapukyo, Mosna y Chongoyape y se caracterizó por su finura y color Negro, gris, rojo o matizado, por su base plana, por sus dibujos incisos, punteados escarificados o acanalados, por su ornamentación en alto relieve que le da una impresión de estar tallada.
La textileria supero las posibilidades de color y técnica. La orfebrería que se ha salvado y cuyos valores son los de Chongoyape, demuestran el progreso y el ingenio de los artesanos.
El arte Chavín es el fruto de una civilización avanzada. Por ningún lado se ve el tanteo o la improvisación; por el contrario hay en él las manifestaciones y la influencia de una cultura madura y rectora, que abarcando los problemas sociales, económicos y religiosos imprimió su sello a la actividad artística al punto de crear una técnica y un estilo, con la consiguiente unidad de concepción y expresión, maestría en la concepción de la idea, en la ejecución del motivo principal y de los detalles, simetría hasta en los más abstractas y recargadas decoraciones; destreza y perfección en el trazo hasta en el material mas difícil como es la piedra, donde la perfección de las superficies de las líneas y relieves llego a su esplendor.
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