elcomercio.com.pe Dominical 19 de julio de 2009
De los Alpes a los Andes. Cuatro cuentos de los hermanos Grimm han sido traducidos al quechua y publicados por
Tenemos entre las manos un umbral de papel. Al cruzarlo nos sumergimos en un universo habitado por algunos de los personajes más representativos de la literatura infantil e icónicos para el imaginario de Occidente. Allí están hablándonos en quechua y vestidos a la usanza virreinal: Blanca Nieves y los siete enanitos (“Blancanievesmanta willakuy”), El gato con botas (“Ch’ulquyuq michi”), Cenicienta (“Cenicientamanta willakuy”) y Juan sin miedo (“Juan Mana Manchakuq”). Son cuatro cuentos de los hermanos Jakob (1785-1863) y Wilhelm (1786-1859) Grimm, traducidos al idioma de los incas y publicados por la embajada alemana bajo la supervisión editorial del historiador Henry Mitrani. Un libro de cuentos que con cuarenta páginas tiende un puente de frases entre los Alpes y los Andes. Historias ilustradas con estampas a la usanza de los cuadros virreinales, con sus fondos de paisajes flamencos y sus mujeres virginales salpicadas de dorado en honor al dios Inti. Las páginas están pobladas por imágenes tan hermosas como inesperadas.
Pastora y sus cuentos
Antes de cumplir los 30 años, Jakob y Wilhelm Grimm eran ya unos reconocidos investigadores de la gramática alemana y del folclore. Esto los llevó a recorrer distintos rincones de Alemania, especialmente en la zona de Kassel, donde tomaron contacto con distintos personajes: burgueses, campesinos, vendedores, leñadores, cazadores. Los guiaba el afán de recoger sus modos de expresarse, su particular forma de hablar y sus historias. Así conocieron a Pastora quien se convirtió en su principal fuente de información. Era una mujer de familia de hugonotes (protestantes franceses de doctrina calvinista). Muchas de las historias tradicionales que les contó fueron desarrolladas por los Grimm como cuentos infantiles y familiares, publicados en dos libros, el primero en 1812 y el siguiente en 1815. Para 1857 la colección creció con los “Cuentos de Hadas”. Los hermanos recrearon estas historias con sencillez y crearon algunas propias, tocando la imaginación y sensibilidad de varias generaciones de niños y niñas alrededor del mundo.
El éxito de sus publicaciones desplazó a las versiones orales y se convirtieron en clásicas. Los Grimm adornaron las historias tradicionales alemanas y algunas veces censuraron algunos pasajes por su crudeza o carga erótica.
Presencia en el Perú
Los cuentos de los hermanos Grimm han sido conocidos por diversas generaciones de peruanos. Ya sea a través del libro o de sus versiones fílmicas (Disney con “Blancanives” y “Cenicienta”), o por su difusión por grupos teatrales, infantiles o no. El cuento “Los Músicos de Bremen”, por ejemplo, fue el detonante para que Yuyachkani (“estoy recordando” en quechua) iniciara a comienzos de los ochenta una exploración sobre la identidad nacional que derivó en la aclamada obra “Los músicos ambulantes”. Los cuentos de los Grimm están más presentes y vivos de lo que pensamos.
La obra en el Cusco
La impresión de 500 libros de los hermanos Grimm en quechua (“Willakuykuna ruwaq wayqikuna”) fue auspiciada por
La mayoría de estos niños nunca habían tenido acceso al mundo de la literatura infantil, donde los hermanos Grimm son una referencia obligada. (Petra Behlke-Campos, directora del Goethe-Institut Perú).
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