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sábado, 21 de marzo de 2009

Santo Domingo de Huari es el nombre castizo de la ciudad de Huari

HECHOS DE LA HISTORIA 

SANTO DOMINGO DE HUARI, UNA CIUDAD DE FUNDACION ESPANOLA

Santo Domingo de Huari es el nombre castizo de la ciudad de Huari, capital de la provincia del mismo nombre, del departamento de Ancash, hoy Región Chavín, bautizado así por los españoles cuando la fundaron, pues, era norma en ellos que al fundar las ciudades de los territorios colonizados, anteponían al topónimo, es decir, al nombre oriundo del lugar, el nombre de un santo de la Iglesia Católica, bajo cuya protección y devoción se realizaba la fundación. El Patrón de Huari es Santo Domingo de Guzmán, patrono y fundador del Rosario; Huari es voz quechua con diversas acepciones: "Wari Wiracocha Runa", primera generación de indios; "Wari Runa", señores grandes, como señala Felipe Guamán Poma de Ayala, por ejemplo.

Tanto por su nombre así como por muchas otras razones, la ciudad de Huari es de indiscutible fundación española. Entre ellas, cabe destacar el trazo recto de sus calles, con distribución en damero, de diez por cinco orientadas de norte a sur y de este a oeste.

Otras razones importantes son la presencia de una Plaza Mayor, de forma cuadrilátera y de una Iglesia, construida en el lado relevante de dicha plaza. La referida Iglesia, hoy desaparecida, era de indiscutibles raíces coloniales; existió hasta la década del 70; hoy , en ese lugar se ha construido una arquitectura moderna y exótica, disonante con el contexto urbano mestizo de la ciudad. De acuerdo a los datos históricos existentes, es probable que la Iglesia de Huari fuera construida hacia 1551, después que se estableciera en Yungay los Misioneros Dominicos, quienes fundaron allí la iglesia y el convento, el mismo que también fue priorato. Félix Alvarez Brun, señala que probablemente de este foco cristiano y evangelizador, salieron los primeros pastores religiosos a los distintos reinos del departamento, así como a Conchucos y Huari.

La Iglesia de Huari en mención, estaba construida ocupando todo el lado Oeste de la plaza, a su vez, en la parte alta del lugar, con la intensión de darle un efecto de imponente, hecho que fue enfatizado, aun más, mediante las graderías ("gradas") de acceso, tanto desde la plaza hacia la entrada principal y desde la calle lateral sur, hacia la entrada menor o "Pachan Puncu".

Dichas graderías tampoco existen en el presente; ellas han sido destruidas junto con la Iglesia. Los lugares ocupados por la Iglesia y la plaza, fueron bien elegidos; pues, al parecer, expresamente, siguiendo la configuración natural del terreno, procuraron los españoles destacar la arquitectura de la Iglesia, tanto en relación a la plaza como al resto de la ciudad.

Indicador significativo es la división de la ciudad en cuatro barrios cada uno de los cuales fue señalado también bajo la devoción de un santo patrón. Dichos barrios son: San Juan, El Milagro, El Carmen y San Bartolomé; cada uno de ellos tiene su respectiva capilla, que motivó la existencia de cuatro capellanías, referencia hecha por Santo Toribio de Mogrovejo en su Libro de Visitas.

Otro hecho importante que hay que destacar es que la ciudad de Huari está lejos de los sitios de ocupación pre hispánica, factor especial que sirve para ratificar su condición de fundación española, porque los españoles para fundar las ciudades en las colonias a nombre de la corona católica, tenían especial cuidado de elegir los lugares alejados de los sitios ocupados por los gentiles, salvo algunas excepciones, como el caso de la ciudad del Cuzco, cuya fundación española se levanta sobre estructuras de la época incaica. Las normas de fundación puntualizaban que los lugares ocupados por los gentiles, debían ser abandonados y es así como se instruía a los indígenas al establecerse la política de las reducciones.

Los vestigios arqueológicos que dan testimonio de la ocupación humana antes de la llegada de los españoles, se encuentran lejos de la ciudad de Huari. Uno de ellos, el más conocido, es Huaritambo, a 15 Km. al norte de Huari, situado sobre la margen izquierda del río Cuchitambo, al borde del camino incaico, el cual en este tramo, está bien conservado. Huaritambo, tanto por su nombre como por estar justo en un punto del camino incaico, debió haber sido un tambo incaico. Es probable que allí estuviera situado Huari antiguo, antes de la fundación española. Estudios posteriores confirmarán tal hipótesis.

El sitio arqueológico de Huaritambo consiste en un conjunto de habitaciones cuadriláteras hechas de piedra, separadas unas de otras, alineadas en la parte alta del pueblo actual del mismo nombre y de posibles terrazas. En la parte baja, confundiéndose con los campos de cultivo y las viviendas actuales, existen chullpas, donde hay numerosos entierros humanos. Acerca de las habitaciones en mención, algunos piensan que pudieron haber servido como graneros.

Por toda el área de este sitio arqueológico se encuentran gran cantidad de fragmentos de cerámica, vestigios de diversas clases de artefactos de piedras, morteros, hachas, porras, etc. Asimismo, provienen de este sitio las piedras labradas que decoran las gradas exteriores e interiores de la antigua Iglesia, así como de las calles de Huari.

Aun hoy, todavía hay muchas de estas piedras en las calles así como en el interior de algunas casas particulares de Huari, Pomachaca y otros. La escultura de piedra llamada "huaca" que servía de "paccha" en Huari, que aún decoraba la plaza de Huari hasta no hace mucho, también procedía de Huaritambo. Así mismo, en dicho lugar, existe in situ, en una acequia de agua que corre al sur del conjunto arqueológico, en dirección Este Oeste, una especie de silla de piedra labrada, conocida como "silla del Inca", que también debió haber servido de "paccha".

Por todos los elementos recuperados y por los estudios de los esqueletos, Huaritambo fue un sitio eminentemente de la época incaica (1400-1500 d.C.)

Otro sitio arqueológico en las inmediaciones de Huari, aún no conocido, está en la localidad de Pariaucru, a sólo 5 Km. al sur de la ciudad. Allí existe una colina de silueta muy armónica que se denomina "Piruru" (forma de rueca). En exploraciones efectuadas en 1962, se recogió de la superficie gran cantidad de fragmentos de alfarería, muchas de ellas con decoración pintada correspondiente al estilo Recuay; probablemente al sitio corresponde a uno de los sitios de ocupación Huaylas que llegan al área de Conchucos, procedentes del Callejón de Huaylas; aproximadamente hacia el año 200 a.C. que dominó probablemente la región hasta los años 600 u 800 d.C.

Marca Jirca, es otro sitio arqueológico de la periferia de la ciudad de Huari, de indudable ocupación Inca (1400-1500 d.C.), situado a 10 Km. al este, en la parte alta de las localidades de Chinchas y Huaripampa. El sitio se caracteriza por la presencia de chullpas construidas, dentro de las cuales hay gran cantidad de enterramientos humanos, cuyos esqueletos y demás objetos que se encontraban en dichas tumbas, han sido terriblemente profanadas por los huaqueros. Es de interés remarcar la presencia de cráneos con deformación intencional.

Por el momento no se cuenta con documentos que registren la fecha de la fundación española de la ciudad de Huari. El documento más antiguo que existe para ilustrarse acerca de la historia española de Huari, es el libro de visitas de Santo Toribio de Mogrovejo, escrita en 1594, donde relata el referido Santo, las visitas que efectuó por los territorios de Conchucos, la primera en 1585 y la segunda en 1593. En dicho documento, refiere con nitidez y minuciosidad, su paso por Huari y los pueblos aledaños en el capítulo "Doctrinas de Frailes de Santo Domingo". Dice entre otras cosas, que en todo el área encontró que ya existían parroquias y capellanías. En Huari encontró que existían la parroquia y la cofradía nuestra Señora del Rosario. A continuación, algunos pasajes de ese importante documento:

"En el pueblo de Sancto Domingo de Guari, visitó su Señoría Ilustrísima y halló haber en él, conforme a la relación y memoria que dieron los indios y el padre Fray Antonio Alvarez Altamirano, cura desta doctrina, doscientos y cuarenta y dos indios tributarios y ciento y diez y ocho reservados, y quinientos y setenta y uno de confesión, animas de mil y nueve, como todo ello parece y consta por la relación de los dichos indios". Hay media legua deste pueblo un obraje en el cual se ocupan la gente de los pueblos siguientes:

De todo el pueblo de Chavín once indios casados, con doce mujeres, que son veinte y tres, siete niños de teta, un indio soltero, dos niños de edad de ocho años, quince muchachos hiladores, dos viejos, dos viejas.

"Y así sucesivamente, continúa con los pueblos de "Guanctar", Llaquia", nuevamente "Sancto Domingo", "Llamellin". Sant Luis. Enfatiza sobre la doctrina de Huari del siguiente modo:

"Y demás de lo susodicho tiene las iglesias de esta docrina los siguientes: Primeramente tiene la iglesia del pueblo de Sancto Domingo de Guari cuatrocientas y diez cabezas de ganado; item, tiene la iglesia del pueblo de Llaquia doscientos y veinte y nueve cabezas del dicho ganado; hay en el pueblo de Sancto Domingo de Guari una Cofradía Nuestra Señora del Rosario, la cual tiene ciento y diez y seis cabezas del dicho ganado; así mismo tiene otra Cofradía el pueblo de Llaquia la cual tiene tan solamente tres cabezas del dicho ganado".

HILDA VIDAL VIDAL
"Huagancu" 94.

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