Nuestro Invitado: Gabriel García Márquez
Este libro es una pieza
fundamental de la literatura latinoamericana del siglo XX y, sobre todo, del
llamado Realismo mágico. Gabriel García Márquez formó parte del boom latinoamericano
y siempre se ha reconocido como un denostador y critico de las dictaduras en el
continente. Cien años de soledad, en su momento, fue importantísimo porque el
desborde de fantasía mezclada con la realidad. Es un libro que te envuelve en
sus historias y que atrapa tu atención desde sus primeras páginas. Los
personajes representan y exaltan las características más crudas y las más
grandes del ser humano
Personajes:
José
Arcadio Buen día: personaje principal. Es un hombre
soñador
e ingenuo. El fundador
de Macondo. Un hombre con gran curiosidad
por la ciencia y
generoso.
Úrsula:
personaje principal. Úrsula es el personaje que tipifica la
realidad de las madres
en América Latina. Defensora de su familia y
proveedora de lo
necesario. Úrsula es supersticiosa y muy generosa.
José
Arcadio: personaje secundario. Lleno de vida y deseoso de
conocer el mundo.
Bondadoso y un poco bruto.
El
Coronel Aureliano: personaje principal. Aureliano es
callado y retraído en su juventud y, más tarde, aguerrido y violento.
Imposibilitado para el amor y expresar sus sentimientos.
Amaranta: personaje
secundario. Amaranta creció alejada del cariño de su madre y de la atención de
José arcadio Buendía. Vivió su vida amargada por el amor no correspondido de
Pietro Crespi. Vivió atormentada por la pasión que sentía por su sobrino y el
no poder confiar en nadie.
Aureliano Segundo:
personaje principal. Cuando era niño se parecía a los aurelianos de la familia:
callado, ensimismado e interesado en la platería. Cuando descubre el amor
también descubre las fiestas, el derroche. Hombre de buen corazón y muy generoso.
José Arcadio Segundo:
personaje secundario. En su niñez tiene el carácter de los José Arcadios:
dicharachero, interesado en los inventos y en las empresas más extrañas e
imposibles. Cuando es un hombre, comparte con el coronel Aureliano su interés
por la guerra y las causas sociales.
Fernanda: personaje
principal. Mujer dura y conservadora. Vive siempre preocupada por las
apariencias.
Pilar Ternera:
personaje principal. Amante y la mejor consejera de los Buendía. Pilar es una
pieza fundadora de las generaciones de los Buendía. Provedora de consuelo y muy
generosa.
Petra Cotes: personaje
principal. Petra siempre fue la fiel amante de Aureliano Segundo. De buen
corazón y llena de pasión y energía.
Aureliano: personaje
principal. Aureliano comparte los gustos por la platería como todos los
aurelianos. Ensimismado e inocente.
Amaranta Úrsula:
personaje principal. Una mujer feliz y llena de vida. Amaranta Úrsula es la que
logra cambiar el destino de los Buendía. Vive y muere feliz sin ningún asomo de
amargura o soledad.
Argumento:
Esta es la historia de
los Buendía, la estirpe que estuvo condenada a vivir cien años de soledad. Los
Buendía pudieron descansar en paz cuando nació la primera criatura procreada en
el amor verdadero.
José Arcadio Buendía y
su esposa, Úrsula, son los procreadores de José Arcadio Buendía, el hijo mayor,
y Aureliano Buendía, que más tarde sería coronel y Amaranta, la menor; de estos
tres nacerán cuatro generaciones que, de manera cíclica como la historia, se
irán relacionando y procreando entre ellos mismos, salvo algunas excepciones.
Ésta familia acompañada por otros esposos, mujeres y niños, cruzan la sierra y
en un lugar desierto encallado en el caribe fundan el pueblo de Macondo; el
pueblo es testigo de la felicidad, de la tristeza, de la fortuna y de la
desdicha en donde dignamente, durante mas de cien años, vivieron los Buendía.
Guiado por el asombro y
la imaginación, José Arcadio Buendía se trastorna con la magia y las
invenciones que Melquíades lleva a Macondo cada año con el circo. La obsesión
de José Arcadio por las empresas mas inimaginables y su cercana relación con el
gitano, Melquíades, son las constantes que marcaran y confirmarán su destino y
el de toda su familia. Las relaciones de pasión-amor-odio más fuertes y
destructivas se darán en el transcurrir de cuatro generaciones impregnadas por
la superstición, el miedo, la religión, la soledad, la inocencia y la
solidaridad. Los nombres se van perpetuando de generación en generación como
los lazos carnales entre los primos y las tías, los hermanos y las abuelas,
etcétera. Por la vida de los Buendía conocemos la historia de Macondo, del
caribe y de América. La devastación de la tierra con la fiebre de los bananos,
una guerra civil, la creación de los sindicatos.
Los Aurelianos son
pensativos, meditabundos y combativos; Los José Arcadios son parranderos,
obsesivos, y, locos, son todos. De estas historias personales que construyen la
gran historia familiar nacen y viven los seres más extraños, mágicos y
desolados que el mundo allá antes visto.
Capítulos:
1. Muchos años después,
el coronel Aureliano Buendía se acordaría de cuando su padre los llevaba, a él
y a su hermano, a conocer las maravillas del circo. José Arcadio Buendía amaba
la época en que el circo llegaba a Macondo y con él llegaba Melquíades, un
gitano extravagante que llegaba al pueblo con los inventos más extraños. Imanes
que recolectaban todo a su paso, tapetes voladores y enormes cubos de hielo.
Melquíades, a su despedida del pueblo, siempre le dejaba sus tesoros a José
Arcadio, él, por su parte, emprendía con ellos las empresas más osadas. Úrsula,
su mujer, siempre renegaba e intentaba impedir que su marido gastara el poco
dinero, pero siempre era inútil. Los hijos gozaban del circo e igualmente se
sorprendían por los inventos y las enigmáticas personalidades que llegaban con
él.
2. El criollo
cultivador de tabaco, José Arcadio Buendía, estableció una sociedad con el
bisabuelo de Úrsula, el negocio fue tan productivo que en poco tiempo hicieron
una fortuna. Los lazos de unión entre José Arcadio y Úrsula se estrecharon
desde entonces, en el pueblo de Riohacha. La madre de Úrsula se encargaba de
atormentarlos con los peligros a los que su descendencia se exponía por el
parentesco familiar, eran primos, que había entre ellos. En un duelo de honor,
así calificado por el pueblo, José Arcadio Buendía mató a Prudencio Aguilar
cuando una noche hacía bromas sobre el matrimonio todavía no consumado por el
terror de Úrsula sobre sus futuros hijos. José Arcadio y Úrsula se sintieron
culpables por el asesinato, culpa que sentirían hasta en la tumba. Después de
largas noches de insomnio a causa del espíritu de Prudencio, los Buendía
deciden abandonar el pueblo y fundar uno nuevo: Macondo. Ya instalados en el
pueblo que fundó José Arcadio con otros amigos, empezaron las visitas del
circo. A la casa de los Buendía llegaba todas las mañanas Pilar Ternera, una
jovial y risueña mujer que leía la baraja y ayudaba a Úrsula con las labores
domésticas. Con el pretexto del juego, Pilar Ternera inició a José Arcadio en
los menesteres del amor; así se inició la relación de la mujer con los Buendía.
Tiempo después Aureliano se enteró de la relación que José Arcadio sostenía con
Pilar y, se convirtió en su cómplice. Un jueves de enero nació Amaranta y para
fortuna de su madre, Úrsula, después de una detenida examinación, era un bebé
con todas las partes de ser humano.
3. Pilar Ternera parió
a un Buendía, el niño, a pesar de la voluntad de Úrsula, fue llevado a la casa
de los abuelos. Le dieron el nombre de José Arcadio y la abuela puso como
condición que nunca se le fuera revelado su origen. José Arcadio se volvió una
autoridad en el pueblo y nada se hacía sin ser antes consultado con él. Úrsula
se encargó de consolidar la economía familiar, y así sería hasta sus últimos
días, con su maravillosa industria de galletitas y peces azucarados. Por su
parte, Aureliano había dejado de ser un niño y era lo contrario a la imagen de
su hermano; Aureliano era silencioso y meditabundo y se había dado al oficio de
la platería. Un domingo llegó Rebeca, con los huesos de sus padres en una caja
y una carta para José Arcadio. La niña no hablaba, llegaron a creer que era
sordomuda y hasta el día de su muerte la llamaron Rebeca Buendía. Descubrieron
que Rebeca tenía el vicio de comer tierra y cal de las paredes; después de los
esfuerzos de Úrsula dejó de hacerlo y comenzó a hablar. Con la llegada de nueva
gente a Macondo llegó la enfermedad del insomnio y, más tarde, la peste de la
memoria. Los habitantes del pueblo pasaban noches sin dormir y se estaban
olvidando de su historia y hasta de los nombres de las cosas. De todo los curó
Melquíades.
4. La casa fue
remodelada y creció tanto como la familia. Rebeca y Amaranta se habían
convertido en adolescentes y Úrsula decidió hacer una gran fiesta para ellas.
La abuela mandó llamar a Pietro Crespi, un bailarín del cual se enamorarían las
dos niñas. Amaranta cultivó un rencor por Rebeca que se llevaría hasta la
tumba. Llegó al pueblo la familia Moscote, los padres y siete bellas hijas.
Aureliano conoció a Remedios Moscote y quedó enamorado perdidamente de su
candidez, la niña tenía nueve años. El dolor y la amargura se instalaron en
casa de los Buendía cuando Pietro Crespi dejó el pueblo, Rebeca, por su parte,
se queda sufriendo silenciosamente. Aureliano es el único que la comprende pues
sufre del mismo mal de amor. Pilar Ternera se entera del amor que Aureliano le
profesa a la menor de los Moscote y consigue que la niña acepte casarse con él.
El matrimonio es aceptado bajo la condición de que Rebeca también cumpla su
deseo de casarse. Amaranta la amenaza con impedir su boda, si fuera necesario,
hasta con su propia muerte. Melquíades, el viejo sabio, se murió y José Arcadio
se negó a enterrarlo. A l viejo José Arcadio se le iba el tiempo inventando
mecanismos y estudiando los libros de Melquíades, fue perdiendo el interés por
el mundo, excepto por el laboratorio que le dejó el gitano. Una tarde, José
Arcadio entra en un estado tan alterado de locura que Aureliano, ayudado por
diez hombres, tuvo que amarrarlo al castaño.
5. Aureliano y Remedios
se casaron un domingo, Rebeca estaba muy triste por la demora de Pietro. El
señor Moscote llevó un padre a Macondo que, más tarde, se daría a la tarea de
edificar un templo que tardaría más de quince años en ser terminado. Amaranta,
queriendo impedir la boda, propuso que la boda entre Rebeca y Pietro se
realizará cuando el templo hubiera sido terminado. Hubo un nuevo y definitivo
aplazamiento, la muerte de Remedios; una madrugada fue encontrada en un mar de
sangre y con un par de gemelos atravesados en el vientre. Úrsula dispuso un
duelo de puertas y ventanas y Rebeca volvió a comer tierra. Una tarde apareció
un hombre enorme, de grandes músculos y el cuerpo curtido de sal, era José
Arcadio que, muchos años atrás, se había ido con los gitanos. Rebeca descubrió
en Arcadio el amor y se olvidó de Pietro. Aureliano se integra a la guerra
civil, en muy poco tiempo es nombrado coronel.
6. Aureliano se aleja
de Macondo, se convierte en un hombre mítico; en el pueblo se tienen noticias
suyas por medio de los 17 hijos que tuvo durante la revolución. Arcadio, el
nieto de José Arcadio, sigue los pasos de su tío, pero se convierte en un
dictador, Úrsula lo desprecia. José Arcadio, que sigue amarrado al castaño,
había perdido todo contacto con la realidad. Rebeca y José Arcadio se van de la
casa pues, según Úrsula, son la deshonra de la familia. Amaranta y Pietro
Crespi inician una profunda amistad que, más tarde, se convertiría en amor.
Pietro le pide a Amaranta que se casen y ésta se niega rotundamente; el dolor
se le vuelve insoportable y, al poco tiempo, Pietro Crespi se corta las venas.
Amaranta se refugia en la costura y el hermetismo. El carácter firme de Rebeca
convierte a José Arcadio en un manso hombre de trabajo. En la guerra, Arcadio
es aprendido y fusilado pidiendo, como su última voluntad, que su hijo sea
llamado José Arcadio y Úrsula si fuera niña.
7. La guerra había
terminado pero el coronel Aureliano Buendía estaba condenado a muerte. La noche
de su fusilamiento José Arcadio Buendía, rifle en mano, rescató a su hermano.
El coronel y seis hombres volvieron a la guerra, dejaron Macondo para seguir la
revolución. Una buena tarde llegó el telégrafo a Macondo. Rebeca y José Arcadio
vivían apartados de su familia; sorpresivamente, un hilo de sangre atravesó el
pueblo, desde la casa de Rebeca hasta la casa de Úrsula, la madre supo que
habían matado a su hijo José Arcadio. El coronel Aureliano volvió a Macondo
acompañado de su compadre Gerineldo Márquez. Gerineldo estaba enamorado de
Amaranta y la visitaba todas las tardes. Úrsula le pidió a Amaranta que se
casara con el coronel, ésta se indigno y, aseguró, que nunca se casaría.
8. Amaranta observaba a
Aureliano José, hijo del coronel, desde su mecedor. Su sobrino había dejado de
ser un niño y se resistía a dormir lejos de ella por temor a la lluvia, de
juegos inocentes pasaron a quitarse las ropas, intercambiaron caricias y se
perseguían por todos los rincones para amarse. Un día, cuando Úrsula casi los
descubre, Amaranta salió de su fascinación y terminó de tajo con Aureliano
José. El sobrino moriría enamorado de Amaranta. La vida en la casa cambiaba
según los ánimos y las circunstancias de los habitantes. Una noche, cuando
Aureliano José se paseaba desarmado por los antros, y en el contexto de una guerra,
un capitán del gobierno lo asesinó de tres tiros. El coronel Aureliano Buendía
volvió a Macondo acompañado por todo su regimiento. Úrsula descubrió, a pesar
suyo, que su hijo había perdido el corazón en la revolución.
9. Llegaron a Macondo
seis abogados, representantes del gobierno, en busca de el coronel Buendía para
firmar ciertos acuerdos. Se firman los convenios aún cuando los abogados y el
coronel reconocen que la revolución se ha convertido en una disputa por el poder.
Después de veinte años de guerra, el coronel le pide ayuda a su amigo Gerineldo
Márquez para acabar con la revolución donde, también, había perdido la vida y
ahora le resultaba vacía. El coronel, para felicidad de su madre, vuelva a ser
el hombre de la casa de los Buendía. Muchos años después, cuando el coronel
seguía buscando poner fin a la violencia fue mal herido. Meses después se
recuperó.
10. Santa Sofía de la
Piedad había sido la mujer de Arcadio, tuvieron dos varones: Aureliano Segundo
y José Arcadio Segundo. Los niños fueron tan parecidos cuando eran niños que
hasta su misma madre los confundía. Aureliano Segundo se dio a la tarea de
descifrar los pergaminos que Melquíades había abandonado con su muerte, pero
una tarde, el gitano apareció en el laboratorio y se dispuso a transmitirle
todo su conocimiento. En cambio, José Arcadio Segundo se dedicó al negocio de
los gallos de pelea, Úrsula intentó evitarlo pero no obtuvo ningún resultado.
Aureliano segundo conoció a la mujer que lo sacaría de su encierro y con la que
compartiría toda su vida: Petra Cotes. A pesar de ser su mujer y después su
concubina, la amaba más que a su propia esposa. Con Petra conoció la fortuna y
la felicidad y, juntos, se convirtieron en unos despilfarradores y holgazanes.
En una feria, donde Remedios, la bella, fue proclamada reina, Aureliano Segundo
conoció a Fernanda que, más tarde, sería su mujer.
11. El matrimonio
estuvo a punto de terminarse a los dos meses cuando Fernanda se enteró que
Aureliano Segundo mantenía la relación con Petra Cotes. Fernanda venía de una
familia acostumbrada a la buena vida y a cumplir con las reglas de etiqueta.
Todo el tiempo que vivió en Macondo trató de imponer las mismas reglas para los
Buendía. Los obligaba a sentarse a la mesa con manteles de lino y vajilla de
plata. Fernanda se desvivía por atender la casa y era muy estricta con
Aureliano. El hombre, agobiado por la dureza de Fernanda, se entregó al
derroche de su fortuna y a vivir apasionadamente con su concubina. Pero, de su
matrimonio nació Renata Remedios que, por su belleza e inocencia, sería la
perdición de cuanto hombre la mirara. A su regreso de la guerra, el coronel
Aureliano se había dedicado a la platería y siempre se le veía en el
laboratorio de Melquíades. Una tarde, a pesar de su voluntad, su madre lo
obligó a abrir la puerta. El coronel se encontró con 17 hombres que lo
reclamaban como a su padre. Los 17 aurelianos se dedicaron a recorrer el pueblo
y a disfrutar de los placeres de sus mujeres. Uno de ellos, Aureliano Triste
llegó a la casa donde había vivido José Arcadio y después de tirar la puerta,
en medio de la neblina, se encontró con Rebeca que le apuntaba con el rifle.
Rebeca había estado encerrada desde la muerte de José Arcadio y estaba
convertida en una anciana. Aureliano Triste había heredado el gusto por las
empresas casi imposibles pero era afortunado en los negocios y, una buena
tarde, decidió llevar el ferrocarril a Macondo.
12. Llegó a Macondo la
luz, el cine, muchas novedades. Con el ferrocarril llegó Mr. Herbert y, un día,
invitado a comer en casa de los Buendía probó los bananos. Le impresionaron
tanto que en los siguientes días siempre se le vio haciendo pruebas y tomando
apuntes respecto a la fruta. Después de varios meses llegó a Macondo una avalancha
de forasteros que empezaron a construir casas y, más tarde, llegaron sus
familias y sus animales. El pueblo se llenó de gente nueva, los gringos se
habían asentado en Macondo para explotar la tierra, el banano; y el resto de la
gente había llegado Macondo atraídos por las historias que se contaban del
pueblo. Mientras el coronel vivía enojado por la invasión, Aureliano Segundo
estaba feliz de relacionarse con gente nueva y vivir en una constante fiesta.
Remedios, la bella era la única que no se alteraba con los vertiginosos
cambios, pero todos los hombres que la miraban se volvían locos o se morían de
amor por ella. Una tarde, mientras doblaba ropa limpia, Remedios, la bella,
salió volando llevándose con ella unas sábanas. José Arcadio Buendía seguía atado
del castaño y en una ocasión, mientras Úrsula lo alimentaba, le confesó su
tristeza por la próxima muerte de su hijo Aureliano. El coronel cansado y
enojado por la presencia de los gringos, decidió retomar las armas y acabar con
ellos, acudió a pedirle ayuda a su amigo Gerineldo Márquez, éste se negó
mirándolo con compasión.
13. Con el paso de los
años Úrsula estaba perdiendo la vista pero seguía teniendo una energía que le
permitía ocultar su vejez. La abuela se guiaba por los olores y por los sonidos
y dedicaba su tiempo a la educación de José Arcadio, el hijo de Fernanda que
sería Papa. Meme, la primogénita del matrimonio, sería una excelente ejecutante
de clavicordio. Llegado el momento, los dos se fueron a continuar sus estudios
en el extranjero. En su soledad, Amaranta había empezado a tejer su propia
mortaja. Aureliano Segundo seguía siendo más feliz en los brazos de Petra y
sólo volvía a la casa cuando sus hijos regresaban de vacaciones. Fernanda, por
su parte, les escribía largas cartas mintiéndoles sobre la felicidad que
reinaba en la casa. Aureliano Buendía pasaba todo el día recluido en el
laboratorio, trabajaba en la platería. El único día que se asomó a la calle fue
para ver pasar al circo. Los nuevos visitantes estaban muy lejos de parecerse a
Melquíades y sus amigos.
14. Las vacaciones de
Meme coincidieron con la muerte del coronel Aureliano Buendía. Meme había
terminado sus estudios y se dedicaba a pasear con sus amigas y a tocar el
clavicordio todas las tardes. En poco tiempo la casa se llenó de amigas que
iban a la costura. Meme sobresalía por su entusiasmo y reanudó una bella
relación con su padre que se desvivía por complacerla. Tiempo después, la
actitud de Meme fue cambiando y su madre, Fernanda, la sorprendió en varias mentiras.
Una tarde, después de días de secreta vigilancia, Fernanda la descubrió
besándose con Mauricio Babilonia en la oscuridad del cine. La madre, como era
de esperar, la encerró en la casa y le prohibió toda clase de visitas. Meme no
parecía sufrir y, al contrario, disfrutaba de pasar horas en su cuarto. Una
noche, Fernanda pidió ayuda a la policía para capturar un ladrón de gallinas
que estaba en la parte trasera de la casa. Repentinamente, se oyeron unos
disparos y Mauricio Babilonia cayó muerto dejando a Meme esperando un hijo
suyo. Una mañana Amaranta anunció su muerte y, sin querer confesarse, se acostó
en su lecho hasta que cerró los ojos.
15. Aureliano Segundo
se distanció, aún más, de Fernanda por la forma en que se comportó con Meme.
Años después descubrió lo que su propia esposa había intentado ocultarle, Meme
había tenido un niño de Mauricio y llevaba tres años escondido en el
laboratorio de Melquíades. Aureliano Segundo se encargó de su educación y lo
llamó José Arcadio. Por su parte, José Arcadio Segundo había abandonado los
gallos de pelea para trabajar en la compañía bananera, pero después de años de
explotación se convirtió en el líder de los trabajadores y formó el primer
sindicato de Macondo. El sindicato peleaba contra los gringos y José Arcadio
Segundo se vio, muchas veces, en peligro de ser encarcelado. José Arcadio
entendió mejor a su tío, el coronel Aureliano Buendía, pero al final de la
lucha descubrió que la verdadera razón de ambos era el vació que tenían en el
corazón.
16.Llovió cuatro años,
once meses y dos días. Nadie podía dejar la casa, José Arcadio Segundo se
pasaba el tiempo en el laboratorio platicando con Melquíades y absorto en los
pergaminos. Aureliano Segundo esperaba que escampara para ir a casa de Petra.
Después de un tiempo, la comida empezó a escasear y Fernanda le exigía a su
marido que saliera en busca de víveres. Úrsula aseguraba que se moriría cuando
escampara. Fue necesario excavar canales. En esos días se murió el coronel
Gerineldo Márquez y el sepelio se vio arruinado por la lluvia. Úrsula se asomó
a la ventana para despedirse de él. Aureliano Segundo va a casa de Petra Cotes
y la encuentra tratando de salvar las pocas reses vivas que les quedaban.
Enojada, Petra le reclama a Aureliano no haber acudido a sus llamados.
17. Dejó de llover y
Úrsula se dedicó a restaurar la casa. Aureliano Segundo tomó sus baúles y
regresó a casa de Petra Cotes. José Arcadio Segundo seguía estudiando los
pergaminos de Melquíades. Con la restauración de la casa, Úrsula se llenó de
recuerdos y se esforzó por cumplir su promesa de morir. La mujer, ya en sus
últimos días, regresó el tiempo en su memoria y a los nuevos descendientes los
confundía con los primeros. Rebeca murió a finales de ese año y Aureliano
Segundo se hizo cargo del entierro. Con el diluvio Macondo parecía un pueblo
fantasma, estaba deshabitado y todas las casas perecían caerse con solo
mirarlas. Amaranta Úrsula, la hija menor de Fernanda, se fue a estudiar a
Bruselas. El nueve de agosto, José Arcadio Segundo se murió mientras conversaba
con su hermano gemelo. Pocas horas después, Aureliano Segundo dejó de respirar
cuando dormía en la cama de Fernanda. Petra Cotes intentó ponerle los botines
con los que siempre había deseado morir, pero Fernanda le prohibió la entrada a
la casa. Los gemelos fueron enterrados en baúles iguales y volvieron a ser
idénticos como lo fueron en la niñez.
18. Aureliano no
abandonó en mucho tiempo el cuarto de Melquíades. Había empezado a traducir los
pergaminos; Santa Sofía de la Piedad se encargaba de llevarle café, un poco de
comida y de cortale el pelo. Desde la muerte de Aureliano Segundo, Fernanda se
encargaba de mandar todos los días un canasto con víveres. Así humillaba a
quien la había maltratado. Para Santa Sofía de la Piedad el que hubiera pocos
habitantes en la casa le permitía descansar, la casa se precipitó en una crisis
de senilidad y estaba casi en ruinas. Santa Sofía de la Piedad después de
desistir de seguir trabajando, tomó sus pocas cosas y abandonó la casa y a
Aureliano con Fernanda. Pasaron los años y Fernanda empezó a disfrutar de los
recuerdos, una mañana Aureliano la encontró tendida en su cuarto vestida de
reina. Aureliano, deseoso de seguir estudiando, salió a la calle en busca de
ciertos libros. Así, Aureliano estaba consiguiendo traducir los pergaminos y
empezó a disfrutar de ir a la librería.
19. Amaranta Úrsula
regresó en diciembre. Apareció sin previo aviso, con bellos vestidos, hermosos
collares y con su esposo. El hombre con quien se había casado era mayor que
ella y tenía facha de navegante. Con Amaranta Úrsula llegó la felicidad. Volvió
para quedarse y estaba dedicada a la salvación de la casa. Aureliano se
mantenía encerrado en el taller y absorto en los estudios. Amaranta Úrsula
acabó con las hormigas, revivió las flores, abrió las puertas y las ventanas.
Su marido moría de amor por ella y le cumplía todos sus deseos. Una mañana,
Amaranta Úrsula entró al taller y empezó a conversar con Aureliano. Amaranta
Úrsula gozaba de hacer el amor con su marido sin importarles donde, Aureliano
estaba profundamente enamorado de Amaranta. Se lo confesó a Negromante, una
muchacha con la que Aureliano pasaba muchas noches. Un día, mientras el marido
de Amaranta escribía cartas a sus amigos, Aureliano entró en la alcoba de su
tía y la despojó de sus ropas. Lo que empezó en un forcejeo de resistencia
terminó siendo un acto de amor y pasión.
20.Pilar Ternera se
murió sentada en su mecedor de bejuco. Gastón, el marido de Amaranta Úrsula
decidió viajar a Bruselas para supervisar sus negocios. Con su partida,
Aureliano y Amaranta Úrsula se dieron a la tarea de amarse. Mientras ella
cantaba de placer, Aureliano se iba haciendo más absorto y callado, porque su
pasión era ensimismada. De pronto, Amaranta Úrsula recibió la noticia del regreso
de Gastón, la mujer le respondió la carta contándole de su amor por Aureliano
y, para sorpresa de ambos, Gastón los felicitó y les deseo lo mejor. La feliz
pareja estaba esperando un hijo. Aureliano empezó a rastrear su origen pero no
encontró a nadie que lo ayudara. Amaranta Úrsula hacía collares de vértebras de
pescados, pero nunca encontró quien se los comprara. El niño nació y lo
llamaron Rodrigo. Después de cortarle el ombligo, la comadrona se puso a
limpiarlo ayudada por Aureliano. Cuando lo voltearon boca abajo descubrieron
que el niño tenía cola de cerdo. La comadrona les dijo que podrían cortársela
cuando el niño mudara los dientes, Amaranta Úrsula y Aureliano se quedaron
tranquilos. Amaranta Úrsula estaba perdiendo mucha sangre y después de varios
días se murió. Absorto en su dolor, Aureliano se olvidó de su hijo hasta que
Nigromanta acudió para ayudarlo. Aureliano tuvo la revelación de encontrar en
los pergaminos la historia de sus vidas y el trazo de su destino. Aureliano
descubrió que su familia había estado condenada a cien años de soledad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario