El investigador inglés Alex Chepstow-Lusty -del Instituto Francés de Estudios Andinos, con sede en Lima- llegó a la conclusión de que entre 1100 y 1500 hubo un período de altas temperaturas que permitió a los incas desarrollar sus cultivos y habitar las montañas.
Según explicó Chepstow-Lusty a la cadena BBC Ciencia, su investigación duró quince años y fue financiada por el gobierno francés. También trabajaron especialistas de la Universidad de Sussex, en Inglaterra.
El científico y su equipo analizaron "centímetro a centímetro" capas de suelo de la laguna Marcacocha, en el corazón del Camino Inca que va desde Cuzco (la capital del imperio) hasta las famosas ruinas de Macchu Picchu.
A través del análisis del polen, semillas y otros indicadores ambientales concluyeron que entre los años 880 y 1100 hubo una importante sequía, con la cual el imperio no habría podido desarrollarse.
Sin embargo, a partir de 1100 la temperatura comenzó a subir, lo que permitió a los incas habitar las montañas y diseñar su avanzado sistema de terrazas de cultivo.
"Efectivamente," dijo Chepstow-Lusty a BBC Ciencia, "los incas rediseñaron el paisaje y maximizaron su producción agrícola. Los enormes excedentes de cultivos como el maíz y las papas provocaron un aumento de la población y, en consecuencia, el desarrollo en caminos y otras estructuras". "Pero, principalmente, la formación de un gran ejército que les permitió una rápida expansión territorial".
Por tanto, el investigador resaltó que se puede aprender mucho de los incas y de su manejo sustentable de los suelos para combatir los efectos del cambio climático. (Con información de la BBC ciencia)
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